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El
ajo es una planta de la misma familia que la cebolla. Es cultivado en amplias
zonas del mundo y su uso más frecuente es en la gastronomía. La Organización Mundial de la salud recomienda incorporar el ajo
en una dieta sana y variada, debido a que contiene un rango interesante de
vitaminas del grupo B y vitamina C. así como diversos oligoelementos como
calcio, hierro, magnesio, fósforo, sodio o zinc
El ajo es mucho más que un condimento, es un espanta enfermedades, cargado de propiedades nutritivas y beneficios para la salud (los compuestos sulfúricos y sus múltiples fitonutrientes, le dieron esta fama). De ahí que lo de colgar ristras de ajos en las casas no solo se hacía para espantar a los vampiros, sino porque ya en la Antigua Grecia, Hipócrates, padre de la medicina moderna, lo utilizaba para tratar distintas enfermedades. Su consumo habitual puede ayudar a hacer mejor la digestión, a absorber mejor los nutrientes de los alimentos, y también optimiza las funciones del páncreas y del hígado.
Valor Nutricional:
El
ajo posee un alto valor nutritivo y contiene muy pocas calorías. 28
gramos contienen 42 calorías, y mucha vitamina C, vitamina B6 y manganeso. Tomar un diente de ajo en ayunas puede sonar a
remedio de abuela, pero desde la Fundación Española del Corazón (FEC) se
recomienda incluir ajo en la dieta no solo para reducir el colesterol malo y
proteger nuestro corazón, sino como remedio depurativo, antiséptico y
antibacteriano.Mejora la circulación de la sangre
El ajo es rico en vitamina B, un compuesto esencial que
reduce los niveles de homocisteína. Esta sustancia es la responsable de
endurecer los vasos sanguíneos y de traernos múltiples problemas como trombosis
o enfermedades de las arterias coronarias. Consumir un ajo en ayunas nos puede
ayudar a combatir estos problemas.
Bueno para el hígado
El ajo
es sobre todo un excelente desintoxicante para nuestro organismo. Nos ayuda a
depurar toxinas, a eliminar parásitos y a liberar del cuerpo metales pesados
como el mercurio o restos de medicamentos que el hígado no puede procesar. El
ajo es rico en vitaminas A, B y C, muy adecuadas para estimular las funciones
hepáticas. Otra de sus virtudes es la de desinflamar, de ahí que sea muy
saludable consumir un ajo diario en caso de tener el hígado graso.
Bueno para resfriados y afecciones pulmonares.
Si
cada vez que coges un resfriado acabas con mucha mucosidad el ajo te viene muy
bien porque descongestiona y es un buen antibiótico natural para tratar
problemas pulmonares. Si sufres de sinusitis o estás pasando una época con
mucha tos, puedes hacer vahos o prepararte algún jarabe a base de ajo.
Reduce los niveles de colesterol.
El ajo
contiene alicina, una sustancia que cuida de nuestro sistema cardiovascular.
Tanto es así que consumir cada día un diente ajo natural puede reducir el
colesterol malo en un 9%, así lo asegura la Fundación Española del Corazón.
Cuida nuestro aparato digestivo.
No se
trata de comerse una cabeza de ajos cada día. La clave está en el equilibrio.
Si nos acostumbramos a tomar el ajo como un medicamento cada mañana, en pocos
días notaremos sus beneficios. Las digestiones se realizan mucho mejor porque
el ajo estimula los ácidos gástricos y los alimentos se digieren y absorben
adecuadamente.
Nota: Ningún remedio natural reemplaza los tratamientos médicos,
pero nos ayudan y nos aportan beneficios a la salud. Recuerde que Es recomendable consultar siempre un especialista.
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